AÑO NUEVO, Y EL KAMPO SIGUE AHÍ... EL ROSKÓN DENTRO. (12-1-2015)

Agazapados en la fosa kon kaskada del arroyo Bejarano. Un sitio muy bonito, y ke nos muestra ke en Enero y kon el frío, también está preciosa nuestra Sierra.

Buena salida, la de esta mañana con el club Kabras Lokas Trail..

Al final cayeron, -por mi reloj-, 3 horas 48 minutos de marcha, sin contar las pausas, con 33,77 Km y 1.414 m de desnivel acumulado.

 — con Serafin Navarro, Paqui, Manolo Casado, Clemen, José Antonio, Pepe Muñoz, Chema, Javi Miranda, Caldera, Rafa, Papi, Rafa Priego y Pepe MUñoz.

PEDRO SERRANO.

La cascada del arroyo Bejarano. Un alto en el camino para deleitarnos con el Feng Shui y coger fuerzas espirituales para continuar con el recorrido por nuestra Sierra. Aún no han llegado las lluvias de otros inviernos, pero aún así, seca y con la helada matutina por culpa del anticiclón, está preciosa.

Salida trail del C.D. Kabras Lokas Trail Kórdoba y allegados de hoy. Según mi Garmin Forerunner 310XT: 34,670 Km, en 5h 6', de las cuales 4h 23' en movimiento y el resto entre reagrupamientos y avituallamiento. 872 m de desnivel positivo y 861m de negativo. 2797 KCal. fundidas.

Y todo en una mañana llena de risas y de buenos ratos.

 — me siento genial con Pedro Serrano Arjona y 13 personas más.

FCO. JAVIER ALANÍS.

Magnífica la salida. Aunque aún no me he desprendido del efecto roscón y el cuerpo pesaba lo suyo.
Hoy, de 33 a 35 Km, con paradas y reagrupamientos, unas 5 horas de trail por la Sierra de Córdoba, que estaba preciosa.

No quiero desaprovechar la oportunidad para hacer un ALEGATO contra el uso que hacen de los senderos públicos los MOTORISTAS DE TRIAL. 

Pienso que los senderos se hicieron para los caminantes, y éstos son los que más tienen derecho a ellos. El hombre, se desplaza, y lo suyo es que sólo se desbroce un camino, y así, no todo el monte se convierte en páramo. De esa manera, sólo se le roba a la naturaleza una parte imprescindible de la misma para facilitar el movimiento. Los romanos, convirtieron esos caminos de más uso en calzadas romanas, y los pastores en vías pecuarias.

El sendero nació de la necesidad que tenía el hombre de desplazarse por el campo. Se creaba un camino por el uso frecuente o por ser el mejor paso o modo de atravesar un valle o un puerto de montaña y se respetaba la mayor cantidad de naturaleza posible.

Luego, llegó Filípides, y empezó a correr sobre los senderos para comunicar una noticia en el menor tiempo posible, a falta de caballo, y nació el  running o el CORRER por los caminos; y a falta de caminos, el TRAIL, por cualquier sitio de la naturaleza donde es posible hacerlo, como los Massais por la sabana africana, sin necesidad de desbrozar, o empedrar, o perfilar, o nivelar mediante albero, demasiado la naturaleza. Tal vez, los corredores molestemos en algo a los senderistas y caminantes, pero nuestros "frenos" son de primera calidad, y antes de arrollar a alguien, paramos, y nos cruzamos con ellos perfectamente, sin apenas roce significativo. Si los corredores llegan a molestar a los andarines, pido perdón por mi parte, en nombre de todos nosotros.

Lo que más mola a los ciclistas de montaña, y a los trail-runners, son los senderos,  por los que no cabe -a la vez- una bici en movimiento y un corredor en carrera. ¿Quién tiene la prioridad? ¿A quién le pertenece el campo? Para mí, son "mis hermanos", pero es obligatorio estructurar la convivencia con empatía, pero con muchísimo respeto.

Luego llegó el invento de la bicicleta, y las ruedas gordas y con perfiles, que permiten a los mountainbikers hábiles meterlas por casi cualquier zona donde los traileros sean capaces de correr sin tener que agarrarse al terreno y escalar. Los ciclistas de montaña, ya, sí, empiezan a molestar, porque, fundamentalmente, invierten el orden de prioridades...

Entre un peatón y un ciclista, el que tiene preferencia de paso por el sendero ES EL PEATÓN, y no el ciclista. Esto, algunos ciclistas, aún no lo han aprendido, ni comprendido, y creen que los senderos se hicieron para que ellos "fliparan" en sus descensos, aunque todos los usuarios del sendero se tuvieran que tirar despavoridos hacia la maleza o apartarse en los bordes del camino para que ellos pudieran bajar a 30 ó 50 Km por hora.

No cabe duda, de que se puede ser mountainbiker y amante y respetuoso de la naturaleza, y flipar de la versatilidad de las vistas que pueden conseguirse en una sola jornada, aparte de la adrenalina de la conducción y del beneficio de la práctica del deporte en la naturaleza. Pero las servidumbres de paso,  son servidumbres de paso, y los seres humanos ya somos muchos, y accedemos a ellas de muy diferentes modos y maneras.

A los ciclistas les hace falta educación, aparte de que son unos de los usuarios más irrespetuosos con los senderos (por donde ha pasado un ciclista quedan restos de envoltorios de todo lo que se ha comido): habrá excepciones, pero que me digan, de 100, cuántos cogen el envoltorio y se lo meten en el maillot o en una riñonera para tirarlo en su casa o en una papelera más tarde. Y no digamos cuando hay competición... Una prueba de ciclismo parece más bien el escenario del "después" de una "botellona" que una prueba deportiva por la naturaleza. Además, todo ciclista, debe de avisar, de algún modo, que está usando un sendero para no atropellar a nadie por desconocimiento. Y si advierten de que hay un sólo senderista o corredor en él, deben de parar "ipsofacto" o aminorar la marcha al máximo, y echarse a un lado para que sea el peatón o el corredor el que pase,  y no al contrario. 

Casi en todos los casos, senderistas, trail-runners y mountainbikers, hemos sido perfectos excursionistas y hemos compartido los senderos con la mayor de las alegrías y entendimiento. Pero los motores de explosión han irrumpido en la naturaleza, de un modo,  para nada sostenible...

Todos los peatones comprenden (por empatía, o porque también son o han sido ciclistas en otro momento u ocasión), lo difícil que es dominar una bicicleta cuesta abajo, o cuesta arriba, cuando pierdes cinética, y por parar, tienes que hacer pie y perder toda la inercia que llevabas. Pero la educación de los peatones y usuarios del sendero, no debe darles a los ciclistas la sensación de que se han invertido las prioridades de uso, y que son ellos los dueños, y los peatones o los runners o los caballistas, simples estorbos que hay que asustar para que se quiten rápido y dejen expedito el camino para continuar con su gozada. 



Pero, con todos los defectos, los ciclistas, no incordian demasiado la naturaleza... Las rodadas y la erosión de los caminos con sus ruedas no son muy importantes, y el aíre continúa limpio y respirable, igual que antes de que pasaran por cualquier punto del camino...

El nuevo Tarzán de la Jungla del siglo XXI. Y el chimpancé Chita, atropellado por la rueda de la moto. 

Pero lo que ya colma la paciencia, es que los últimos en llegar a los senderos, los vehículos a motor, se hayan hecho dueños de los mismos. Si salir al campo es una especie de huída de los humos de la ciudad, buscando silencio, oxígeno, tranquilidad, naturaleza... estos "hijos de p(apá)",  con su motito de trial, convierten la salida al campo en una "PESADILLA".  Hemos salido de Guatemala, y nos hemos metido en "guatepeor": aquí las motos van por la "acera" y por encima de los viandantes...


En todas mis últimas salidas diurnas, he tenido que soportar no sólo a una horda de estos salvajes, sino a varias, y en los sitios más insospechados, como subiendo a Torre Árboles desde Villares, o entre Santo Domingo y Conejeras o Morales, con pendientes de más de un 30 %, que provocan que la rueda patine y se convierta en una auténtica amoladora radial contra los caminos y en una ametralladora de guijarros contra las personas que quedan en el sendero detrás de la motito.

Ellos lo ven esto como impresionante. Toda la naturaleza doblegada con un simple apretón de gas y una frenada. Y esa nube blanquecina que hay detrás??? Y ese destrozo del sendero??? Y esa vegetación convertida en picadillo con lodo??? ¿En serio creéis que tenéis derecho a destrozarlo todo para vuestro disfrute personal?
¡¡¡¡ FUEEEEEERA  DEL MONTE !!!!

El silencio, se termina... de golpe, como en una película de terror. Los pájaros dejan de cantar. Si hay animales entre la vegetación, deben de sufrir de un estrés post-traumático para toda su vida. Y el aire se queda lleno de humo y de contaminación. Ya sé que la motito debe "molar" mucho: Se retuerce el manillar del acelerador y aquello acelera, y la rueda se agarra tarde o temprano al suelo ¡Qué guay! Pero vosotros, no tenéis mérito ninguno. Y sí mucha culpa, de que esa salida tan feliz que me prometía por el campo se haya convertido... EN UNA MIERDA...

No hay obstáculo ni irregularidad de un sendero que no lo conviertan, por su dificultad, en más "flipante" todavía para ellos, a la vez que,  por el acelerón,  transforman algunas zonas en auténticas "trampas erosionadas" cuando luego llueva o se desmorone el suelo por la agresión.

Buscaros un sitio para practicar el trial, donde la erosión en esa zona ya sea imparable ("y después de perdidos, al río") y dejad los senderos a los caminantes. Un sitio, donde los humos que arrojan vuestros tubos de escape sólo los respiréis vosotros, aunque esto sea imposible, porque el mundo es muy pequeño, y al final, todos tengamos que soportar el "caprichito". Donde no creéis pavor a los niños que se han separado de sus padres por el sendero, ni a los animales que deben imaginarse que ha llegado el "Apocalypse now" a ese reducto de bosque, ya bastante machacado. Donde los caminos que sirven para que se desplacen los seres humanos no adopten ese perfil en "V" que los convierte en intransitables por culpa de vuestros neumáticos dentados...

Tal vez pueda parecer "bonita" esta imagen de las montañas, las praderas, la naturaleza... y esos "pájaros" multikolor sobrevolando kon sus "motorcitos" ruidosos en su espalda... ¡¡¡ PUES A MÍ, ME DA ASKO !!! Yo preferiría águilas, o kóndores, o kebrantahuesos...

 Y si tenéis un poco de conciencia, dejad la moto aparcada, que vosotros no sois agentes forestales («que por cierto ¿dónde están?»), y deshaceros de esos "juguetitos", que además de no servir para nada útil (lo mismo que los ultraligeros que también joden lo suyo desde el aire), tanto daño nos están produciendo a todos los seres humanos, en términos de contaminación, química y acústica, efecto invernadero, cambio climático, erosión, desaparición de los entornos naturales, y un largo etcétera, QUE DAN GANAS DE LLORAR... 

El "juguetito" está en el monte. El hombre lo ha inventado, y lo ha diseñado,  perfectamente adaptado para vadear arroyos, agarrarse a las piedras, moverse en el barro y seguir las sinusuosidades  de un sendero... Pero, resulta, que esos senderos, no les pertenecen...

Este club, hace todas las semanas 1 ó 2 salidas nocturnas... Y me he dado cuenta, de que lo mejor que tienen esas salidas, es que hasta ahora, no os he encontrado. 

Aún quedan vías y esperanzas, para evitar el suicidio, y pensar que este planeta y esta especie animal, tiene solución...

JUANMA PEDROSA.