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sábado, 20 de junio de 2015

ESTE DOMINGO, TOKABA TIÑOSA (12-11-2014)


Podría ser un domingo cualquiera, pero no es igual. Suena el despertador y son las 6:20 de la mañana, una mañana algo fría y húmeda de Córdoba. 


Un vaso de leche y un par de galletas forman mi primer tentempié antes de enfundarme la ropa de deporte y atarme las Kanadia. Recibo un mensaje, y Eva ya me está esperando, sin haber dormido, para recogerme en la puerta de casa... ¡Toda una campeona...!


Desayunado, ataviado kon la kamiseta de Kabras, y preparado térmikamente, para sufrir kualkier tipo de inclemencias meteorológikas y de karrera, para hacer del domingo, un día inolvidable...


Estación de Taxis de Córdoba, son las 7:30 de la mañana y empiezo a ver caras conocidas y otras que conozco allí mismo pero que me son familiares de Facebook o de los grupos de Whatsapp. Sigue llegando más gente y algunos toman su cafelito entre apretones de manos y abrazos... La camaradería, se respira en el ambiente. 



José Antonio, Laredo y Manolo. Todos, unos fenómenos.


Se reparten las plazas de los coches y comenzamos el viaje de Córdoba a Priego de Córdoba. Yo subo al coche de José Antonio, un veterano curtido en mil carreras que rebosa sabiduría y "buen rollo", y nos acompañan Manolo y Laredo, dos tíos con los que seguro que no te aburres, pues siempre tienen alguna anécdota o chascarrillo para contar... El buen humor es fundamental.
 

Poco más de una hora, tardamos en llegar a esa preciosa ciudad, que es Priego de Córdoba, y nos disponemos a recoger nuestros dorsales, una visita al baño, y entre todos, convencemos a Manolo para que no sea un mero espectador y se cuelgue el dorsal que José Carlos Muñoz no va a poder aprovechar por contratiempos de última hora, («-¡Todos te echamos de menos, Pepe!»). Y entre la camiseta de uno y los pantalones de otro, Manolo se cuelga el dorsal... ¡Y CORRE! («-Eres un Titán»).
 

Preparamos la ropa y el equipo. Yo, tomo un último tentempié (un plátano), antes de salir, y calentamos algo en la preciosa Fuente del Rey de Priego, un sitio maravilloso.

Se acerca la hora de la salida, y entre chistecillos, saludos y fotos, vamos tomando posiciones bajo el arco de salida... Parece una tontería, pero la emoción te va invadiendo.



El segmento medio del tren, kon Rafa Priego y José Antonio, subiendo eskaleras, para hacernos una idea de lo ke nos kedaba por delante.


Suena el pistoletazo de salida, y ya no hay vuelta atrás... 10 metros en llano hasta alcanzar la escalera que te saca de la plaza, y ya no hay más llano hasta que vuelves a ese punto casi 20 Km después.
 

Comienzo con un trote suave, pues las calles de Priego en dirección salida al olivar tienen una pendiente importante y no quiero gastar ni lo más mínimo antes de llegar al Tiñosa. Una vez en el olivar ya encuentras tu ritmo... Hace frío, pero se respira bien, hasta que llegan las primeras pendientes.

Paso el primer avituallamiento sin parar, porque para mí, estaba muy próximo a la salida y no necesitaba nada en ese momento y llegan las primeras pendientes suaves que te llevan hasta la falda de la montaña, donde te espera el segundo avituallamiento, en el que sí tomo algo de agua y un trozo de carne de membrillo "con nueces", digna de mención, porque estaba rica-rica, de verdad...

 

Subidón, pedregal, y humedad. Todo, "una maravilla".


A partir de este momento, ya nada es lo que parece... La pendiente se torna pared, el sendero se torna pedregal y, al menos para mí, la carrera pasa de ser una carrera a una marcha... Es imposible correr ahí, si no eres un "buen fichaje". 

Voy subiendo y sufriendo, y noto como los cuádriceps toman temperatura, a la vez que voy acercándome a la cima. Cima que alcancé en 1 hora y 41 minutos, 10 minutos más tarde, el primer corredor estaba entrando en meta... Pero esa, "es otra historia"...


«En este momento, soy la persona más arriba (kon los pies en el suelo) de la provincia de Kórdoba».


Alcanzar la cima del Tiñosa, es algo increíble, una sensación de dominio de tu entorno descomunal, como si no hubiese nadie más en el mundo, aunque tengas a 20 corredores más a tu alrededor.

Y a partir de ahí, LA BAJADA. Que no te cuenten milongas, lo jodido del Trail no es subir... Lo jodido es bajar... Si te pasas de velocidad corres el riesgo de darte "una buena" y si frenas demasiado, tus articulaciones te lo "recordarán" varios días. Tienes que buscar el "punto exacto", que te permita bajar sin retener demasiado y que no te mates en el siguiente barranco. 


Descendiendo, "kon kuidaito"...

 

Si en la subida tuve que batallar con la piedra mojada en la que no había manera de mantener una pisada firme, en la bajada tocaba pelear con el sendero mojado y hecho "mantequilla", que atoraba los tacos de las suelas y te llevaba por una pista de patinaje. Y ahí, vino el sufrimiento de verdad, los resbalones y patinazos, y las dos caídas... La última, me dejó un bonito recuerdo en el culete, en forma de "moratón/desollón", que me va a acompañar unos diítas más.


En la bajada del Tiñosa, se rodea toda la montaña en semicírkulo, para alkanzar el avituallamiento ke había justo en su lado norte y desde el ke se iniciaba la subida.



Después de rodear todo el monte, llegas de nuevo al sendero que te llevó de subida al pico, y la piedra mojada, que antes te impedía subir con soltura, se vuelve ahora más peligrosa al bajar... Doy algún patinazo, y casi me dejo una rodilla en uno de ellos, pero pude sujetarme antes de que todo fuese a peor.
 


Descenso kon senderos volkados hacia la izquierda, kon las piedras peligrosas y la tierra húmeda. Toda una pista de patinaje ke te atrae hacia ella komo las Sirenas de la Odisea a los navegantes hasta ke se rompe el kaskarón del barko.



De nuevo, en el segundo avituallamiento, esta vez, me detengo de verdad... Tomo isotónicos y frutas secas... ¡Qué delicia, tomar dátiles!, cuando llevas fundidas casi 3000 calorías en lo que dura una película de Hollywood... ¡¡Te saben a regalo del cielo!!
 

Ahí me topo con JuanMa y Cristina, que vienen bastante menos perjudicados que yo... Un par de minutos de charla y de ánimo, me dan fuerzas para salir de nuevo. Las piernas pesan ya bastante y en alguna ocasión me cuesta evitar las piedras del camino y doy un tropezón, pero no paro... Sigo, y además, aumento el ritmo para llegar con dignidad a meta, que uno no compite contra los demás "en su propia carrera"... pero a todos, nos gusta tirar de un poco de orgullo en los últimos Km.

Ya veo el último avituallamiento; sólo quedan 2,5 Km... Un vaso de agua, y el último apretón. Ese subidón final, me permite dejar atrás a los que aprovecharon mi caída para hacer "leña del árbol caído" («es broma», solo adelanté a unos cuántos, que ya estaban bastante cansados), y reponer algo del orgullo para entrar en Priego con algo de ritmo en los pies. Y así, enfilo la última calle, antes de la Fuente del Rey, a todo lo que mi cuerpo es capaz de dar, bajando los escalones de tres en tres... "Armo las pistolas", y disparo a todo el personal que allí se encuentra...

3 horas, 33 minutos, 59 segundos, y 19'770 Km después del pistoletazo, cruzo el arco de meta y me invade el cuerpo una indescriptible sensación de satisfacción, de bienestar, de orgullo, porque "no me he rendido"... ¡¡He conquistado el techo de Córdoba!!... Durante unos segundos, en esta provincia, no había nadie, más alto que yo, y tuve el "coraje de subir" hasta allí, y la "raza de bajar", después. Y no lo hice solo..., otros 185 corredores más lo hicieron por delante y por detrás de mi, cada uno con su reto y con sus propios enemigos... El mío, era el "miedo", preguntándome: «¿Seré capaz?».
 

En meta, aplausos, apretones, abrazos, vítores de los compañeros... No hay nada igual... No hace falta llegar el primero para sentirte ganador... Casi dos horas después del primer clasificado, yo gané mi carrera, contra "mí mismo". 

 

Una buena parte de las kabras y kabrillas ke se dieron cita en la Fuente del Rey, kada una kon su reto personal a flor de piel, y muchas ganas de llevarlo deskabezado para kasa.


Gracias al C.D. Kabras Lokas Trail Kórdoba, que me ha acogido y animado, gracias a Teresa, mi mujer, y a Abraham, mi hijo que me apoyan y me permiten que siga adelante con estos retos, aunque les robe tiempo a ellos. Y gracias a todas esas personas que están en linea de meta de todas las carreras animando a los corredores -del primero al último-, porque nos dan la fuerza que nos falta en esos últimos metros para llegar con la cabeza alta.

Y una vez pasado todo, después de demostrarme a mí mismo que "si quiero, puedo", todavía alguien se preguntará: «¿Tanto esfuerzo, por diversión?,  ¿por qué?»...


Y mi respuesta es: «-¿Y POR QUÉ NO?...»

FRANCISCO JAVIER ALANÍS.



Pues aprovecho ahora un huequecillo para recordar y compartir con mis amigos lo conseguido este domingo en Priego.
 

Toda la semana, me pasé mirando previsiones del tiempo, clasificaciones del circuito UMAX Mountain Series, y un sinfín de datos referentes a lo que se "me venía" encima. El III Running Vertical Tiñosa... Se dice muy rápido, pero se te puede atragantar si te lo tomas a la ligera. Es el quinto trail que me propongo hacer... Y lo finalizo. El más duro, con diferencia..., con mucha diferencia.

Mañana fría y húmeda, 20 kabras dispuestas a coronar la Tiñosa, un par de acompañantes y tres kabrillas... dispuestos todos. Tomamos directamente camino a Priego de Córdoba. Allí, el tiempo es más frío aún, pero no es eso lo que nos preocupa a los novatos, sino lo alto que podemos llegar a estar y el esfuerzo para conseguirlo.



Salida desde las primeras posiciones, kon Pako Sánchez detrás, Dani, buskando también el kontrol de las parejas y Serafín.


Dani Santiago, todo un maestro para mí, me comenta de una zona al inicio del recorrido en el que, sin estar la carrera estirada, se produce un embudo, y se puede perder mucho tiempo. Así que, me coloco delante y salgo a "to'leche", con Paco Sánchez haciendo de liebre, que me imprime un ritmo muy fuerte;  tanto, que me quedo. Metro a metro, se me escapa, y al paso por el primer avituallamiento ya he perdido unas decenas de metros. Atravesamos un olivar y subimos un monte con una inclinación que sólo me permitía andar y no muy rápido.



konforme se aproximaba la cima, la pendiente se ponía kada vez más vertikal, y el sendero se iba komplikando progresivamente, hasta ser un auténtiko kamino de Kabras. El ke konocemos.


Pronto comenzamos a ver la gran mole de piedra grisacea, que me deja impresionado... Bella y suntuosa, pero que me hace pensar en lo duro que va a ser tocar el monolito que señala el punto geodésico: 1.570 m, nada más y nada menos. 


La subida es interminable... Si no estás muy fuerte, tu dinamita se te acaba, y ves, komo los ke lo están, se van alejando de ti, pokito a poko.


Subida... con tanta piedra, que andar y mantener el equilibrio ya es un mérito. A mi liebre ya, ni la veo, y me vengo un poco abajo... En ese momento de flaqueza, me adelanta "CORRIENDO", Valeriano, un Master 40, que tenía a escasos tres minutos por detrás en la General del circuito. El podium peligra... Yo, andando, y él, al trote, montaña arriba. Casi "hinco" la rodilla en el suelo por el bajón y el cansancio.
 

Sigo, animándome a mi mismo, «¡Hay que acabarla y ya está, con eso nos vale!», me digo. Ya veo la cumbre, dónde se supone está ese punto en el que por un instante, yo, Juan Antonio Moreno Gallego, seré la persona que más alta esté en toda la provincia de Córdoba... ¡¡Uuufff!! ¡¡No hay palabras!!

 

No es una subida de eskalada, pero no es raro tener ke usar las manos para agarrarse y ayudarse a subir.


En fin, ya más alto no se puede subir... Aquí, y ahora, toca bajar... Empieza el Rock'n'Roll. Empiezo con precaución, pero conforme avanzo, cojo confianza e incremento el ritmo. Voy recuperando posiciones y muy cómodo, con buenas sensaciones, encontrando apoyos seguros. 


Bailando la Jota, al son del Tiñosa, kon la pista de baile mojada, volkada hacia la izquierda y el cielo amenazante, aunque al final, se portó...


Veo y paso a Paco, que me comenta que va sufriendo con las rodillas y le digo que voy a seguir con el ritmo a ver si recupero algo más. Así que continúo, pero pronto se me acaba el rollo... Cualquier rampa de subida, ya, se le atraganta a mis piernas.


Llego al tercer avituallamiento, que es el que pasamos anteriormente, pues la vuelta ya la haremos por el mismo camino. Allí veo a Salva Polonio, y ya, presagio alguna caída o lesión. Le pregunto «-¿Qué ha pasado?», y me dice: «-Tira, que vas muy bien». «-Pero, ¿qué pasó?»... Ya me comenta que el gemelo le dio un crujido. Le doy ánimos y mi deseo de que no sea grave, y continúo, ya, a duras penas...

Mis piernas ya no son capaces ni de bajar, con lo que me gusta. No soy capaz de esquivar las piedras. Así que aflojo por temor a una caída, pues los tropezones se encadenan seguidamente. 


En los últimos 300 m, en las kalles de aproximación a la Fuente del Rey, ya no se puede perder ninguna posición. Hay ke apretar los dientes, aunke sea en anaeróbiko, para kruzar la meta y llegar kon la mayor dignidad posible, "sin entregar nunka la kuchara".


Ya, entrando en el pueblo, me adelanta un chaval; intento no perder la posición pero, no me queda más gas... Acelero y bajo la escalinata de la Fuente del Rey, plaza de dónde salimos y a la que vuelvo después de 2 horas y 36 minutos y casi 20 Km en mis piernas. Muy cansado, con frío, pero sumamente satisfecho, entrando en meta con mis brazos estirados hacia el suelo. Cierro los ojos por un instante..., y me imagino a mis hijos entrando a mi lado.
 

¡¡Llegué...!! ¡¡Otra más, a la saca!! ¡¡Cuanto más cuesta conseguir terminar, más cansado llegas, pero más se disfruta, y más grande es la satisfacción!!

¡Como siempre, reto conseguido!, gracias al apoyo de Ángela, mi mujer, por estar siempre a mi lado, a mis chicos, Iván y Lucía, y a Angel Merinas, que aún estando a muchos kilómetros de distancia, me da ánimos antes de la carrera. Y cuando acabo, me está preguntando: «¿Cómo ha ido?» Así que, te la dedico, amigo, y a ver si nos hacemos unos Km juntos, que ya hay ganas.
 

Y por supuesto, como siempre, las Kabras Lokas "se salen" como personas, compañeros, y en lo deportivo: una Tercera de categoría femenina absoluta, una tercera Master 40, terceros y cuartos por parejas...


Todos los kabras, magnífikos, nos den podio o no, ke es lo menos importante, y meramente anekdótiko.


Y yo, a la espera de lista oficial, creo que segundo Master 40 en la general del circuito, tres carreras en unas 5 horas.

JUAN ANTONIO MORENO.
 

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