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jueves, 11 de junio de 2015

EL SNOW-RUNNING Y EL SNOW-KLIMBING EN SIERRA NEVADA (19/1/2014)


Este sábado, 18 de enero, tres kabras lokas han querido cambiar el suelo duro del trail por el suelo blandito y moldeable de la nieve en las pistas de la estación de Sol y Nieve de Sierra Nevada, entre Pradollano y Borreguiles, haciendo la Ternúa Snow Running.


                             Pincha este vídeo para verlo:


Y la experiencia no podía presentarse en peores condiciones. Con todo un temporal de nieve, viento y agua arrasando Andalucía desde Huelva hasta Almería. Con unas rachas de granizo que con forma de balines o de perdigón, y a velocidad endiablada, te golpeaban la cara y los ojos desde el suelo hacia arriba.

En teoría era, y es, el campeonato de Andalucía de snow-running, pero para practicar el snow running, primero tienes que subir más de 500 metros, haciendo el snow-climbing (escalar por una ladera de nieve, más o menos dura, y sin piolet) o el snow-walking (andar como buenamente puedas, soportando a veces pendientes de más del 30 % sobre nieve blandita) buscando la pisada del que va delante tuya para evitar hundir el pie hasta el tobillo o la rodilla, y tratando de traccionar sobre la misma con un yaktrax pegado a la zapatilla para no resbalar y quedarse en el mismo sitio o convertirse en tronco-trineo...









Una vez en lo alto de las dos vueltas de subida, sí que empieza ya el 

snow-running, como una modalidad espectacular y superdivertida. La nieve blanda se comporta como una duna de arena, pero ninguna pisada es igual que otra. Si la nieve es polvo y está virgen, el hundimiento del pie es impredecible, de modo que puede que en un paso, el pie no se hunda nada, y en otro, lo haga más de 50 cm., con lo que el descender a toda velocidad se convierte en el arte de bailar con lo desconocido, y perder el equilibrio o quedarse pinchado o con alguna torcedura o caída es de lo más normal del mundo. Si la superficie ya no está virgen, y por allí ha pasado el grueso de la tropa, la duna desaparece, pero nos seguimos encontrando un relieve de lo más variopinto y complicado; además de que ese relieve se ha endurecido y se convierte en auténticas trampas que se oponen al paso del corredor. Si en el trail normal podemos hacer una selección de apoyos, sabiendo cómo nos va a responder el apoyo a nuestra pisada, en nieve aplastada y en descenso, no sabemos absolutamente nada. Hay que armarse de mucha positividad y un buen impulso de abdominales y de gemelos, y "a jierro pelao" para abajo, como si estuviéramos en la carrera del queso.






Si a ese descenso le unimos niebla densa, ventisca con granizo que te hiere la cara, una noche cerrada con el cielo encapotado y cabreado, sin luna ni estrellas, y un aire gélido que te convierte los pelos sueltos de tu cara en carámbanos en apenas segundos, estamos ante una prueba deportiva o humana, muy difícil de olvidar. Por seguridad, la organización nos cambió el recorrido más técnico previsto, por otro más transitable, próximo a las pistas del Río y a las farolas que permiten el sky nocturno, pero aún así, no se perdió mucho de una auténtica experiencia genuina de un corredor frente a la montaña y a las inclemencias del tiempo. Recordamos en nuestra singladura al capitán Scott, y a Owen, Wilson y Ott, luchando contra los vientos polares de la Antártida, pero en esta ocasión, Sergio Valverde, Paqui Serrano y el que escribe, decidimos volver al calor del hogar y de la gente, y no quedarnos congelados junto al Yeti en la montaña.





Le recomendamos esta carrera a todo espíritu inquieto y sediento de aventuras, que están ahí mismo. Las inscripciones y su ampliación volaron en apenas minutos, y eso que fueron el doble del año anterior.

JUANMA PEDROSA.




FINISHER SNOW RUNNING SIERRA NEVADA 2014.

11.400m 870m+ en 1h43. durísimo. Los 30 km de playa por el Desafío Doñana no tienen nada que ver. Pero muy contento con mi tiempo, dadas las circunstancias del tiempo: con ventisca que te daba directamente en la cara y no te dejaba ver y te congelaba la cara, con escarcha en las pestañas. Jaja. ¿Y las piernas? Puff. Estoy destrozado, pero feliz. Me siento feliz.
54 de 300 de la general y 4º de mi categoría... Por los pelos, buag, pero igual de contento.

SERGIO VALVERDE



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